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lunes, 12 de marzo de 2012

¿Se podrá renovar el cristianismo para el siglo XXI?






La iglesia emergente (también conocido como movimiento de la iglesia emergente) es un movimiento cristiano cuyos participantes buscan vivir su fe en la sociedad posmoderna emulando a Jesús de Nazaret independientemente de las tradiciones religiosas cristianas. Los proponentes de este movimiento lo denominan “una conversación” para enfatizar su carácter descentralizado y en pleno desarrollo, así como su énfasis en el diálogo intrareligioso en lugar de un evangelismo de una sola vía. Los miembros de comunidades emergentes podrían estar desilusionados con la iglesia organizada e institucional y en ocasiones endosan la deconstrucción del dogma cristiano moderno. En ocasiones, el movimiento favorece el uso de historias simples y narrativas, ocasionalmente incorporando misticismo. Miembros del movimiento emergente confieren mucho valor a las buenas obras o activismo social, incluyendo en ocasiones el concepto de vida misional o nuevo monasticismo; mientras los evangélicos enfatizarían la salvación eterna, muchos en el movimiento emergente enfatizan el aquí y ahora y la necesidad de crear un reino del cielo en la tierra. Debe notarse que en culturas angloparlantes se cree que hay una diferencia entre los términos “Emergent”. Emergente es el movimiento global más amplio, informal y eclesial. “Emergent” se refiere a una organización oficial. Este sub-movimiento, una gran red intelectual y filosófica, es denominado en ocasiones la "corriente emergente" dentro de la iglesia emergente mayor. Los temas claves en la iglesia emergente son un lenguaje provocador de reformas, estilos de vida orientados a la praxis, pensamiento posevangélico, e incorporación o reconocimiento de elementos políticos y posmodernos. Los "cristianos emergentes" deconstruyen y reconstruyen creencias cristianas, ciertas normas culturales y métodos. Esa contextualización puede apreciarse en la manera como este movimiento maneja la epistemología posfundacional y el abordaje pluralista del posmodernismo en cuanto a la religión y la espiritualidad.
Proponentes del movimiento lo denominan una "conversación" con el fin de enfatizar su naturaleza descentralizada y aún en ciernes, así como su énfasis dialógico intereligioso en lugar de un evangelismo verbal. Una característica común de estos movimientos es el concepto de vida misional, denotando que los cristianos son enviados al mundo para ser una "bendición" donde quiera estén. Entre los elementos populares utilizados por los proponentes de este movimiento se encuentran las presentaciones narrativas de la fe, además del uso de recursos multimedia y la Internet, en lugar de exposiciones bíblico-proposicionales. El énfasis en el diálogo permitiría a estos grupos, según señalan ellos mismos, "una apertura generosa a la pluralidad de la interpretación bíblica" con un rechazo al "carácter dogmático" de la teología del "cristianismo histórico".
Categorías de Iglesias Emergentes
Según un artículo publicado en por el portal protestante entrecristianos 1 se pueden clasificar las iglesias dentro del movimiento emergente en 4 categorías:
1. Modelo Deconstruccionalista: El grupo más conocido. Son iglesias postmodernas en el amplio sentido de la palabra. Influenciadas por la deconstrucción, un enfoque filosófico postestructuralista y del discurso filosófico de Derrida, Lyotard, Foucault y Caputo. Sostienen que los cristianos deben adoptar el postmodernismo y para ello deben contextualizar el Evangelio a los tiempos actuales.
2. Modelo Premodernista/Agustiniano: Se inclinan más hacia un estilo de postmodernismo renacentista (similar a lo que está representado en la Cosmopolis de Toulmin). Basados en el pensamiento modernista temprano o la etapa pre-moderna. San Agustín y Santo Tomás son figuras claves para este grupo. Su teología tiende a poner énfasis en la tradición dentro del marco general de la fe cristiana, en lugar de simplemente basarse en la contextualización. Para ellos revisar la historia revela un camino mejor.
3. Modelo De la Iglesia de la Paz Emergente (o Emegente Anabautista): Este modelo se posiciona con las tendencias no conformistas de Jesús, La Iglesia debería seguir las huellas de Jesús usando métodos no violentos demostrando así el amor hacia los enemigos y el cuidado a los pobres. Es una renovación del ascetismo. Ven a Jesús (y su encarnación) como el modelo cultural a proponer. Han sido influenciados por Wittgenstein, Barth, Bonhoeffer, John H. Yoder, McClendon y Nancey Murphy.
4. Modelo Fundamentalista: Ala más conservadora por la forma como interpretar la Escritura. Enfoca su eclesiología en forma tradicional (predicación estándar, música de adoración típica de un culto, etc), pero procuran al mismo tiempo ser innovadores. Esta innovación puede verse porque algunos se reunen en bares, aceptan que las personas se pongan tatuajes, pueden utilizar palabras que tradicionalmente no son aceptables en el púlpito, usan música de rock pesado en el culto. Todo esto puede brindar una atmósfera de "alternabilidad" en los servicios.
Membresía
Los cristianos emergentes se encuentran en todo el mundo, mayormente en América del Norte, Europa Occidental, Australia, Nueva Zelanda y África, así como también en América Latina, a través de redes que enfatizan la denominada Misión Integral. Algunos "cristianos emergentes" asisten a iglesias locales independientes o a iglesias en casas etiquetadas emergentes, mientras otros pertenecen a denominaciones cristianas tradicionales. La Generación X tiende a ser sobre-representada en el movimiento de la iglesia emergente.
Muchos miembros de iglesias emergentes no se identifican con el término "emergente" porque lo asocian con posiciones teológicas atribuídas a Emergent Village, organización cuya praxis y posicionamientos teológicos generan gran controversia.
Valores y características
Aunque las prácticas y la doctrina varían dentro de la "conversación" de la iglesia emergente, muchas presentan las siguientes características:
Punto de vista posmoderno
El movimiento de la iglesia emergente surgió como una respuesta a la influencia del modernismo en el cristianismo occidental. Mientras sociólogos notaban un cambio cultural a finales del siglo XX de nuevas maneras posmodernas de apreciar la realidad, algunos cristianos empezaron a abogar por cambios dentro de la iglesia que se correspondieran con esos cambios culturales. Esos críticos llegaron a la conclusión de que la iglesia estaba sumergida culturalmente en el modernismo y empezaron a retar en cuanto al uso de estructuras institucionales, un aparente uso simplista de la teología sistemática, uso exlusivo de métodos de enseñanza preposicionales, una aparente preocupación por las estructuras físicas, concepto atraccional de las misiones (tratar de atraer a personas a la iglesia en lugar de mejorar su mundo), la percepción de un clero profesional ausente, una liturgia con falta de prácticas históricas a grandes rasgos y la posición que conservadores tenían en cuanto a política evangélica. Comprender la epistemología posmoderna es fundamental a las creencias del movimiento de la iglesia emergente en cuanto a la misiología. Adherentes al movimiento han trabajado en construir una teología posfundacional que busque construir lo que creen proveerá una base para una misiología dialógica o "conversación" persona-a-persona. Algunos en el movimiento creen que es necesario deconstruir y construir (redefinir y reformar) el cristianismo con el objetivo de afectar la cultura occidental poscristiana en esta conversación de doble vía en lugar de proclamar un mensaje que de alguna manera creen que alienaría esa cultura.
Teología narrativa
Exploraciones narrativas de fe, Biblia e historia son enfatizadas en algunas iglesias emergentes sobre abordajes exegéticos y doctrinales (tales como aquellos basados en teología y exégesis sistemáticas), que son en ocasiones vistas como reduccionistas. Otros abrazan una pléyade de abordajes.
Ortodoxia generosa
Algunos líderes en el movimiento públicamente endosan el ecumenismo y dan la bienvenida a discusiones abiertas con otras religiones en cuanto al concepto de fe cristiana. Otros endosan discusiones abiertas con otras religiones como forma de compartir la fe cristiana. Aunque algunos críticos atribuyen este abordaje fluído a una nueva forma de Cristianismo que suponen es relativismo, los líderes en cuestión citan ocasionalmente, como justificación a este accionar, su posición de que existe poca consistencia en lo que respecta a las creencias cristianas a través de la historia y dentro de las diversas tradiciones del Cristianismo. El auto-proclamado autor emergente Marcus Borg, por ejemplo, señala que individuos que han leído la misma Biblia "literalmente" pudieran tener entre sí diferentes interpretaciones en cuanto al mensaje del Cristianismo, las cuales son a veces mutuamente exclusivas. Borg señala que varios aspectos de la vida de las personas, incluyendo sus creencias políticas y la cultura que les rodea pueden servir de "lupa" que pudiera distorsionar la Biblia e influencias aquellos pasajes de la Biblia que interpretan literalmente, y aquellos que pudieran ignorar. Críticos señalan que la visión posmoderna a través de la cual algunos en el movimiento perciben el Cristianismo, los ha influído hacia el relativismo. Algunos cristianos emergentes tienden a reconocer que hay diversas perspectivas válidas dentro del Cristianismo, que son valiosas y dignas de consideración en orden de que la humanidad progrese por la verdad, mientras la comprenden y logran una mejor relación con Dios entendiéndolo.
Cuestionamientos
Críticos de este movimiento -mayormente de círculos académicos y evangélicos- opinan que el mismo carece de raíces teológicas, históricas y filosóficas legítimas. Otros académicos como John Franke, Scot McKnight, F. LeRon Shults, Stan Grenz, Eddie Gibbs y Ryan Bolger han apoyado el movimiento. Pastores y teólogos evangélicos conservadores opinan que recoger los "valores posmodernos" llevaría a una teología liberal, al relativismo, antinomianismo, universalismo y sincretismo. En ocasiones, los críticos asocian las "doctrinas emergentes" con las "doctrinas liberales" que históricamente han estado en conflicto con la teología evangelicalista más conservadora. Otros líderes evangélicos abrazan las características misiológicas del movimiento.

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